El boricua, con traje gris, corbata a rayas y zapatos negros comenzó su primer concierto en la ciudad, a eso de las 8:20 de la noche. Éxitos como La agarro bajando también hicieron parte de las melodías iniciales con las que quería calentar el ambiente.
Y no solo venía a celebrar el reencuentro tras dos años sin salir en vivo por cuenta de la pandemia, también festejó con la audiencia su cumpleaños número 60 —los cumplió el pasado 21 de agosto—
“Estoy recién cumpliendo mi sexta década”, le dijo al público. “Eso de cumplir 60 suena fuerte, como yo empecé siendo un niño, a los 14 años, cuando empecé a cantar profesionalmente”, palabras que recibieron la ovación del público.
Para Santa Rosa han sido 60 años “muy bonitos”, con sus luces, sombras y retos, pero el saldo ha sido muy positivo, “y una de las cosas más bonitas que me ha pasado en esta carrera es poder conocer gente como ustedes gracias a la música (…) Gracias por darse cita esta noche aquí”, dijo el cantante quien continuó cantando otro de los géneros que ha interpretado en sus cerca de 45 años de carrera: los boleros.
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El repertorio también tuvo canciones de otros, como la versión salsa que hizo de For Sale, la canción de Carlos Vives y Alejandro Sanz o la que le hizo al vallenato Matilde Lina, una canción que nunca ha grabado en alguno de sus discos, pero que quería cantar al público colombiano con arreglos salseros.
Aplausos después de cada canción y Gilberto hacía una venia cruzando una pierna hacía atrás y dándole un par de palmaditas a la rodilla que quedaba adelante. Un gesto que se repitió en el transcurso de la noche.
Tomado de: https://www.elcolombiano.com/cultura/musica/la-rumba-que-armo-gilberto-santa-rosa-en-medellin-LP18533558